No hace mucho me trajeron esta chocolatina, de las típicas que venden en las estaciones de servicio y que ponen cerca de caja para que acabes comprándote una "para el camino". Pues bien, tal y como puede verse en las imágenes se trata de una copia del Kit-Kat de toda la vida, pero de la marca Milka. Bueno, decir simplemente que es una copia tampoco lo veo bien, pero es que el empaque y la forma son iguales, por no hablar de los ingredientes (barquillos de galleta recubiertos de chocolate con leche en forma de ladrillos).
Pero no todo van a ser coincidencias claro, tiene también sus diferencias, que se basan sobre todo en que son un producto de Milka. ¿Qué por qué digo esto?, pues porque todos los productos de Milka tienen una peculiaridad en su sabor, y es que son muy suaves (nunca encontrarás un chocolate Milka fuerte, si lo haces me llamas), por lo que es la principal diferencia con el Kit-Kat.
Calóricamente contiene 535 calorías por cada 100 gramos (aunque el producto viene tan solo con 35 gramos, así que se quedaría en unas 175 calorías, la mayoría como suele suceder provenientes de las grasas y azucares.
La Kata
Obviamente, como he dicho antes, su textura y sabor son muy suaves. es más si te dan a probar Leo de Milka y un Kit-Kat sin que puedas verlos, nunca dirías que son iguales (en aspecto claro).
Es más, al probarlo me recordó mucho a su hermano Milka Nussini, aunque sin avellanas, pero casi iguales.
Por otro lado siempre hay que agradecer a Milka la calidad de sus productos, que debe ser (sobre todo por esa suavidad) por la leche de los Alpes que dicen que usan para la fabricación de sus chocolates.
Lo mejor: Su sabor suave, que hace que te lo comas sin apenas notarlo, y la calidad Milka.
Lo peor: Que no sacia nada, y te quedas con ganas de más.
Recién lo pruebo y me ha encatado :)
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