No siempre se puede tener buen gusto para todo lo que probamos, y es lo que ha ocurrido con este producto con el que me he aventurado a probar: Macarrones a la boloñesa, de Gallina Blanca.
Gallina Blanca se trata de una empresa creada en Barcelona, en plena Guerra Civil (1937), denominada en un principio como Gallina de Oro. Una empresa dedicada a caldos, sopas, pastas y productos precocinados. Empresa presente en más de 70 países en diferentes continentes.
La verdad es que pinta sencillo de preparar, se trata de un plato con alto contenido en carbohidratos que es perfecto para un día con mucha prisa, donde el trabajo nos pisa el tiempo libre... tiempo que disponemos para algo rápido. Las marcas de hoy día se destinan a sacar platos de gran elaboración en un corto período de tiempo de preparación (es el ejemplo de Fabada Asturiana ó lentejas de marca Albo). En esta ocasión se trata de un plato elaborado por Gallina Blanca, el cual podemos encontrar en cualquier supermercado o gran superficie comercial.
Empezamos con una pequeña crítica: estamos cansados de que la portada de un producto aparente una presentación que ni por asomo se parece a la nuestra, es lo que se llama "presentación sugerida que puede diferir de la realidad"... pues Macarrones a la boloñesa no difiere de la sugerencia de preparación de la portada de su sobre, sino que no se parece en nada.
Seguimos las instrucciones de preparación, en el momento en que tenemos que cocer la pasta se puede apreciar que la boloñesa no es más que una salsa aguada a base de polvos especiados y pequeños trozos de carne magra. El resultado final, una sopa de macarrones que ni contiene sabor boloñesa ni satisface el hambre. En definitiva, un buen plato de boloñesa requiere de una buena cocción de macarrones por un lado, y la mezcla adecuada de ingredientes para la salsa por otro lado... a lo sumo usar tarros de preparados de salsa boloñesa, napolitana...
Con la primera tenedada esperaba equivocarme con mi opinión sobre la apariencia, esperaba que al menos la pasta se hubiese cocido con aromas de boloñesa. El macarrón aparentaba blanco por completo, y ni siquiera acompañando la pasta con trocitos de esa carne magra dejaba regustos a boloñesa en mi boca.
Poco más puedo decir de este producto...
Lo mejor: La rapidez de prepararlo.
Lo peor: No aporta ningún tipo de exquisitez ni gusto a nuestro paladar.
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