Normalmente siempre he criticado los néctares, porque por regla general sólo contienen la mitad de zumo y el resto es agua y azúcares. En este caso, la primera parte es cierta, ya que la definición de un nectar es esa, la de mezclar zumos con agua para hacer que su sabor sea más suave.
Supongo que hay gente a la que el zumo de verdad les parece demasiado fuerte... vamos que hay de todo en el mundo, y por eso sacaron este tipo de productos que poco a poco copan las ventas por encima ya de los propios zumos "de verdad".
Hecha esta aclaración, en este caso no contienen azúcares añadidos, por lo que su valor calórico es más bajo (más que el de los zumos normales ya que la mitad es agua), aunque si contienen edulcorantes para endulzarlos, ya que parece que para los sensibles la propia fruta no es lo suficientemente dulce.
Dentro de esta gama hay multitud de sabores: Mango y manzana, Naranja, mango y zanahoria, Maracuyá, Melocotón, Granada y uva, Cítricos, Naranja, Piña, Piña y coco, etc. Lo que hace que podamos variar bastante de néctares sin dejar esta gama.
La empresa que envasa estos néctares es J García Carrión, que a todo el mundo le debe sonar, ya que es la mayor empresa de zumos de España y la segunda de Europa (además de tener también su gama de vinos, etc. y por sus agresivas campañas de publicidad en las que se compara con otras marcas.
Dicho esto, los néctares en su composición calórica cabe destacar que no es muy elevada (ya he comentado que si no lleva azúcares y encima los diluyes en agua... poco queda: más o menos dependiendo de la variedad lleva unas 53 calorías por cada 100 mililitros, o lo que es lo mismo 125 mas o menos por vaso, es decir poco, eso si no esperemos que contengan proteinas o grasas ya que todas esas calorías son de los azúcares de la fruta.
La Kata
Ya comenté antes que nunca he sido amante de los néctares, pero estos la verdad es que los consumo, porque su sabor es bastante bueno y encima no son nada caros.
En un principio pueden parecer muy dulces, pero al cabo de un rato el paladar acaba por acostumbrarse a ese "extra" de dulzura que le confieren los edulcorantes. El hecho de que posea gran variedad de sabores hace que uno no se canse de estos néctares, ya que puede ir cambiando de sabor hasta encontrar su favorito (aunque todos están muy buenos, quizás el más dulce y menos valorado sea el de granada).
Lo que si me gustaría añadir a esta Kata es que ningún zumo ni néctar es una maravilla en lo que a la nutrición se refiere, porque aunque sea fruta, ésta pierde su mayor valía (las vitaminas) al exprimirlas, ya que el contacto con el aire hacen que se pierdan, por lo que quizás pensamos que estamos añadiendo algo muy saludable a la dieta y no lo es tanto, ya que al final tan solo queda el sabor dulce de la fruta, que es como si nos tomáramos un vaso de agua con azúcar (eso si más bueno).
Por lo tanto, a veces les añaden vitaminas que no son las propias de la fruta, si no que son químicas, por ello lo mejor será siempre hacernos el zumo en casa o comernos la fruta directamente.
Lo mejor: El sabor, el precio.
Lo peor: Que solo lleva un 50% de zumo, y que el resto es agua.
Eso de que al exprimir la fruta al contacto con el aire pierde las vitaminas estas equivocado/a,lo único que le pasa a la fruta es que se oxida y cambia el sabor,pero no las vitaminas,esta comprobado.
ResponderEliminar