Carpaccio

Histórica y etimológicamente hablando, este suculento y supremo plato servido como entrantes, se atribuye a principios del siglo XX, curiosamente por una mujer veneciana a la que su médico le había aconsejado comer carne roja. Es denominado así en honor a un gran pintor de la época (Vittore Carpaccio), cuyas obras de arte resaltaban por el contraste del color rojo.

Fijándonos en la dimensión gastronómica, se trata de un plato fácil, rápido, bueno y sabroso que se puede preparar en cualquier momento. Es servido en frío, y normalmente como entrante antes de una buena y refinada cena/almuerzo. Son delgadas tiras de carne cruda, posadas sobre un plato llano bañado en limón y pimienta (en cantidades justas de acuerdo a los gustos de los comensales), y acompañado con finas láminas de queso parmesano. En la receta original no se sugiere, pero el Carpaccio os resultará más atractivo si lo adornáis con hojas de rúcula y hojas de mostaza. Al principio resulta chocante un plato que se sirve frío, que es muy simple y que se trata de carne cruda (en la mayoría de las ocasiones de ternera, aunque se han visto Carpaccio de atún, ciervo, pato...). A mí en un principio me resultaba repulsivo, pero la mezcla de sabores como consecuencia de los aderezos de limón y pimienta junto con el adorno de la rúcula y el queso lo convierten en un plato que siendo como entrantes hará a vuestros comensales que se les derrita la boca solamente con verlo.

Con respecto a los valores nutricionales, cumple con lo exigido como plato entrante que es: en la caja del producto, marca Skare, (que podréis encontrar en cualquier supermercado con facilidad, como por ejemplo Carrefour) vienen 90 gramos de carne por paquete, con un valor energético de 130 Kcal por 100 g.; nulos hidratos de carbono y bajo porcentaje de grasas.

Lo mejor: Rapidez en su preparación y elegancia. Permite infinidad de combinaciones para

presentar.

Lo peor:Puede resultar repulsivo para la gente que se cuestione un plato de carne cruda.

No es apto ni aconsejable para mujeres embarazadas.

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Sobre Álvaro Torrejón Puente

Lo mejor de comer es probar cosas nuevas... y ¡que te gusten!