La otra tarde me entraron ganas de merendar algo que no fuese dulce (porque al final acabo comiendo siempre algo con chocolate) y me puse a pasear por los pasillos del supermercado buscando algo que no fuesen las típicas bolsas de frutos secos... que están bien para picar pero como merienda me parece pobre. Así que tras volverme loco y pasar varias veces por los mismos pasillos encontré estos palitos de la marca Grefusa que parecían sanos por los cereales y las olivas y encima era un producto nuevo.
Normalmente los palitos de cereales no me llaman la atención porque son muy secos, pero estos al contener olivas prometían ser diferentes, y lo fueron poque secos no eran... pero tampoco una maravilla.
Me explico. Si antes decía que los frutos secos son ideales para picar, estos palitos también, ya que están buenos pero saben demasiado a aceite de oliva (que es un sabor que me encanta, pero en su justa medida) es decir están bien para coger una o dos barritas y compartirlas, pero comerse el paquete entero llega a ser un poco "aceitoso".
Lo malo de esto es que también repercute en las calorías, que al provenir de las grasas son 9 calorías por cada gramo. En este caso por cada 100 gramos obtenemos unas 493 calorías, casi todas (24,4 gramos) de las grasas. Eso si, hay que reconocer que casi en su totalidad insaturadas (de las buenas), que proceden del aceite de oliva. Y realmente un paquete contiene unos 65 gramos así que nunca llegaremos a esas cantidades, pero aún así son muchas calorías. También contiene una cantidad considerable de fibra (por los cereales y el sésamo, unos 6,2 gramos).
Como he dicho antes son de la empresa Grefusa, una empresa valenciana creada en los años 20 del pasado siglo y que todos conocemos por los paquetes de aperitivos fritos que comprábamos de pequeños (como los famosos Papa Delta o Grefusitos), que en esta ocasión dan el salto a un producto mas de supermercado y adulto alejándose de la imagen de "patatas de kiosko".
En un principio el olor que desprenden las barritas es a aceite de oliva (puede recordar al olor que hay cerca de las refinadoras de aceite), que depende como esté uno en ese momento o de lo sensible que sea puede resultar incluso molesto, porque es fuerte.
El sabor es como he indicado anteriormente a aceite de oliva, ya que parece un trozo de pan crujiente mojado en aceite, en el que incluso las semillas de sésamo ni se aprecian (y no digamos ya las de amapola). De todos modos igual que con el olor a los que les encante el aceite y sus características organolépticas les gustará sobremanera, y a los estómagos sensibles que no toleran alimentos grasos les resultarán pesadas y con un sabor demasiado fuerte.
Lo mejor: Su contenido en grasas saludables, su sabor a oliva.
Lo peor: Lo mismo que lo mejor, pero ya he dicho que a algunas personas no les gustará ese sabor tan fuerte ni que contenga tantas grasas aunque sean saludables, ya que las tiene en cantidad.
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